Antes de hablaros de cada uno de ellos, os voy a definir cuáles son mis reglas básicas para esta prenda:
– Usar tu talla correcta: esta apreciación aplica a todo en la moda, pero en el caso del traje es aun más importante. Estamos hablando de una prenda que está asociada a un nivel alto de elegancia, por lo que no es compatible usarlo con un exceso de entalle ni tampoco con prendas superiores a tu talla.
– Largo de la chaqueta adecuado: debe cubrir por completo la cadera.
– Largo de manga: siempre debe permitir asomar la camisa entre 1 y 2 centímetros
– Corte del pantalón: el largo, estando de pie, debe terminar justo antes de llegar al zapato para evitar pliegues que estropeen tu figura. Mi acabado favorito es con vuelta, le da más porte a la prenda. Y las piernas no deben estar demasiado entalladas, según la tendencia actual recomiendo un mínimo ajuste de rodilla hacia abajo.
– Solapas: para mi gusto deben tener un mínimo de 8 centímetros, sin ese tamaño el traje pierde prestancia.
– Hombreras: según la tendencia actual deben ser muy reducidas, y son imprescindibles.
– Aberturas traseras: siempre recomiendo la doble, creo que se adapta mejor a cualquier anatomía.
– Bolsillos: hoy día casi todo vale, pero yo recomiendo sin duda la opción de bolsillo con corte oblicuo más cerillero.
– Tejido: elige el que mejor se adapte al uso que le vayas a dar a la prenda, mi recomendación es el 100% lana fría, pero si vas a darle al traje un uso diario puedes apostar por composiciones con algo de microfibra e incluso elastano, harán que la prenda sea más confortable y resistente.